es el pogo en una canción del otro yo.
es chuparme todo tu rencor en este lugar concheto,
es distinguir entre el reviente y el resto ser yo.
es entender un poema de Riambaud con el corazón,
con la piel y el dolor en la panza de la inspiración que se retuerce en mis adentros.
es tener un pasaje de ida a ningún lado,
con la libertad total de no saber nada
y saber que tampoco nunca aprenderé
es la ignorancia que llega después de alabar la sabiduría de mi nombre por tantos años.
es conocer un poeta, un filósofo y un músico en la misma terraza, la misma noche
y recordar el primer beso de mi vida.
es encontrarme a mí misma en cada foto que saco
y darle alma y esencia a un lugar extraño.
es entender en profundidad el significado de una palabra pasada de moda
cuando la cantan alto y fuerte y sin vergüenza. Repetidas veces.
es creer ciegamente que las historias sostienen el universo
y aunque el silencio invada mi templo
creeré que en algún otro lado, alguien está alzando la voz.
es sostener que el diablo no se roba mi fe
que la muerte no se llevó tu talento
que el mar nuevo de cada año no borró tu recuerdo
es el viaje de mañana pero el camino de hoy
es el arte que me regalás cada vez que me miras y sonreís
con esa sonrisa
que me provoca admirarte tanto
es la compañía de un libro que me hace reír y llorar
es el viaje en tren con la ventanilla abierta
es comer chocolate en la estación, mientras leo y siento el olor a verano en el aire.
es la sorpresa de un revelado, y que alguien quiera revelar conmigo.
es la incertidumbre que solo se encuentra en ojos extraños
sentirme viva es sentirme extraña en el mundo tan amplio
es caminar sin correr aunque la ansiedad me empuje los talones y me muerda las rodillas
observando cada paso, sonriendo a cada paso.
es incluso llorar
es encontrar las palabras para decir lo que siento, es tener la capacidad de contar.
es tocar un cuadro, romper la regla, sentir el oleo en las hueyas digitales
sentir el relieve del color
es sufrir la presión en mi pecho del tiempo que se escapa con los años
es el dolor de la aguja que tatúa un concepto sobre mi piel
es la certeza de que cada instante me construye, me moldea
es confundir el amor que siento por una persona, con el amor que siento por una película
es tener un proyecto nuevo esperándome siempre al final del anterior.
es un viaje astral a París de la mano de Patti Smith
es tener en mis manos la entrada de un recital que se que va a hacer historia en mi vida
solo porque la música genera cierta unión en la gente imposible de alcanzar de otra manera.
es la luz que entra en mi Holga y me habla en silencios luminosos
es apoyar la púa sobre el surco del disco y escuchar simplemente el ruido de la grabación analógica
es encontrar la esencia de cada persona cuando me mira directo a los ojos
es la calidez de un momento mundano al sol en primavera
es la fuerza de mis ganas de más, de tocar la textura de los sueños cumplidos
sentirme viva es sentir el viento del ventilador golpeándome la cara ayudándome a dormir en el verano abrumador donde en mi cama hace demasiado calor.
es cantar y reír a carcajadas mientras airbag asume la responsabilidad de acabar con el invierno
es aprender todos los días una nueva manera de ver las cosas
es escuchar lo que siento y actuar acorde a eso
es dar un beso cada vez que quiero
es comer frambuesas con crema, después de haberlas recolectado del bosque
es recordar esas pequeñas cabañas que fueron mi escuela
es dormir bajo las estrellas y la luna llena
es sentir en las manos las experiencias vividas y saber que mañana será otro día
es el frío del vaso que avisa que la cerveza está riquísima esta noche
es la música a todo volumen que me dice que aún soy joven
es la turbulencia durante la madrugada del viaje en avión
es la foto que ya hemos visto repetidas veces de lo que se ve desde la ventanilla
desde cualquier lugar del mundo, siempre vemos lo mismo
y siempre nos hace sentir igual de vivos.
es la guitarra acústica de cualquier canción
y la armónica cuando está presente
es lo ácido del limón
y el sabor
y la luz
y la piel