Te das cuenta que vas juntando pretendientes en tu lista de contactos,
y que ya casi no te acordás cuántos besos diste
y que son infinitas las veces que caminaste con tacos altos
y que nunca podrías memorizar tantas fechas tristes.

Vas notando que sos más grande en esos recuerdos lejanos.
Que tu tamaño no encaja en esa casa de muñecos
Que llegas a tocar el techo
Que no te intrigan sus secretos.

Nunca podría nombrar todos los capítulos de Friends que vi
Ni mucho menos, las veces que me reí con ellos.
Nunca podría enumerar todas las canciones que me huelen a ayer.
Son tantas como todos esos besos.

Tantas son las palabras que creíste
Que ya no sabes qué creer.
Pero son tantas las personas que quisiste
Que aún confias aunque no puedas ver.

Vas tirando los papeles que antes decidiste guardar en cajitas.
Tenés demasiadas entradas de cine
Viste demasiadas noveles mexicanas
Comiste demasiadas hamburguesas.

De golpe ves que ese pantalón ya no te entra
O que te queda grande.
Y una remera que era nueva
Extrañamente se cubrió de pelotitas.

Los tatuajes se volvieron más grises
Los colores se lavaron, y las lineas se ven borrosas.
Pero siempre quedan las cicatrices,
Por más que queramos eliminar ciertas cosas.

El olor a mar es distinto,
sabes que es distinto, pero no cómo era.
El olor a verano es distinto.
Antes era olor a vacaciones y a arena nueva.

Vuelven miradas de vez en cuando pero nunca se quedan.
Solo hay algunas que te buscan de nuevo,
y aunque desearíamos que nunca murieran
la espuma de carnaval las lavará primero.

La oscuridad ya no da miedo.
Ahora asusta la soledad
Y la velocidad del tiempo.
Esa impredecible maldad.

No podemos terminar de tararear una melodía.
No recordamos el final de la historia que nos encantaba escuchar.
Quisiéramos pero en realidad no sabemos como termina.
Como si ya no pudiéramos dejarnos llevar.

Curas las heridas sin ansiedad.
Mágicamente la calma mece tu almohada.
Dormís para despertar en tranquilidad.
Y alejarte de ese pensamiento que te ahogaba.

En la cajita solo queda lo real.
Aquello que cada noche buena elegís seguir atesorando.
Brindas por el año que será.
Y siempre una parte tuya continúa soñando

De golpe cumpliste mil promesas.
Y olvidaste muchísimas más.
Te enojas con tu propia pereza.
Pero nunca la dejas atrás.

Un amigo se transforma en poeta.
Y nunca volviste a recordar quien era.
Un adiós te llena de penas.
Y al instante vacías la alacena.

Cuantas cartas de amor que guardas en tu billetera.
El olor a papel envejecido, insulta tu capacidad de olvido.
Cuantos nombres que no son nadie!
Cuantas firmas despreciadas en un doblez!

Yo intento enmarcar toda mi vida.
Y colgarla en la pared
O tatuarla en las partes de mi piel que estén a simple vista.

Pero falta tanto...

Y ya se fueron tantos segundos que no disparé.
Y ya se murieron tantos recuerdos que no enmarqué.
Y ya descuidé tantas respuestas que no medité.
Viajo al pasado pero no quisiera no poder volver.














Son los años.