Un manto de luz acaricia tus sábanas azules.
El tiempo se alejó tímidamente sin que nos pudiéramos dar cuenta.
Lo que era noche, ahora se esclarece en la mañana.
Y las percepciones engañan,
Y los besos congelan el correr de las horas.
Siguen esas 5 palabras en tu boca.
Las conté con mis dedos el día que pensaba nombrarlas primero.
Siguen petrificándome.
Y yo cierro los ojos para sentir con un poco más de precisión, esa hermosa quietud
Nos sumergimos en la música que suena una habitación al lado.
Genera un mundo tan nuestro, que ni acá puedo nombrarlo.
Sin pensar en qué debería pasar mañana,
Nos internamos en un beso que comienza en un acorde, pero no termina jamás.
Continúa con el rumbo de la luna.
La perdemos de vista.
Su camino ya no nos llama, no nos atrapa.
El beso es beso aún sin luna.
Es beso aún por la mañana.

El agua lava tu perfume rápidamente.
Me despido por un rato de esa mezcla entre vainilla y guitarra acústica.
Solo por un rato.

De golpe desespero por evidenciar todos los momentos anteriores en los que usé tu nombre.
Sin saber si la sinceridad extrema te haría bien o te haría mal.
¿Y si te ves demasiado reflejado en mis letras,
Tanto que no quisieras ya mirarte en el espejo?
¿Qué haría yo si te fueras?