En trance

Su voz, catarata de tristezas y soledad absoluta, podría partir un alma débil por la mitad.
Hermosa catarsis de amores no correspondidos, que desgarran brutalmente su garganta. Llena mi pecho de un vacío agobiante. Es que solo puedo escucharla llorar, escupir dolor, el dolor que la mantiene eternamente viva.
Hermosos los anillos en sus frágiles dedos. Hermosos sus ojos cerrados al sentir su canción. Hermosa su camisa de seda hindú. Hermoso el mundo que creó junto a los suyos. Hermoso el lenguaje universal.
Resucita mis silencios cuando vomita la frustración que le causa su soledad. El arte de crear a partir de todo. El concepto de obtener belleza inmediata a partir de la destrucción. Combustible, causa y efecto al mismo tiempo. Pasión todos los días de su vida por más pocos que hayan sido. Pasión tangible y circular, como un mandala sonoro.
Pasión todos los días de mi vida.

Escribo consciente de la sangre que llega a mi mano al presionar la birome sobre el papel. Escribo consciente de la presión que siento en el estómago por reconocer mi incapacidad para expresarme como quisiera. Consciente de mi inhabilidad, mis errores de ortografía, mis errores de comunicación, mi letra desprolija, mi meta, tan lejana. Consciente de mi ignorancia, como cuando alguien se ilumina. Luz en mi vida humana, mortal y poética. Luz en la inmortalidad de la Poesía.

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